Se le deslizaban, sin quererlo, las verdades que intentaba evitar desde la entrada principal de aquel aislamiento disimulado. Precipitaban sincrónicas, jugueteando por una arista inestable que secaba incansable con versos sueltos.
Hería con furia cada pálpito que no le indicara la dirección que creía correcta. No le preocupaba sangrar, sino enfrentarse a su imagen distorsionada por la humedad, por eso siempre que abría el grifo fingía dejar la puerta abierta.
Zigzagueaba con los consejos, como obviedades que no se conocen y tratan de no tropezar en la calle, evitando disculpas posteriores o presentaciones innecesarias.
Silenciar la apetencia. Prescribían sus latidos.
G.R
sábado, 31 de marzo de 2012
viernes, 30 de marzo de 2012
Autobús
Es quizá el único momento en el que me meto dentro hasta el fondo, me empapo, me zambullo, me enamoro, y me mezclo con los ojos, las bocas y los zapatos de los otros.
Rutina compartida que serpentea y se entrecruza cientos de veces, hormigas de carne y madera con quehaceres de metal que se esquivan.
En el mismo autobús, en este instante, asientos que asientan la tácita reconciliación con el mundo, palabras que viajan con billete de ida, sin vuelta prevista.
Señores con corbata, ancianos, mujeres con rizos y bebés rollizos que ríen, la música se refugia en auriculares, el hilo musical no suena, la miradas no miran, y en la antesala de cada parada bajan y suben pies que se contradicen, y huyen al revés por las aceras.
Y al otro lado del cristal, el mundo.
miércoles, 21 de marzo de 2012
Día Mundial de la Poesía
Twitter me ha chivado este dato y ninguna excusa es mala para llenarnos un poco de poesía, ahora que como si de un juego de locos se tratase, la primavera nos sorprende armados con paraguas, mojándonos como un buen verso. Aprovecho para citar una frase de Carmen Conde que me gusta mucho pues vence con su sencillez a la belleza de lo complejo.
"La poesía es el sentimiento que le sobra al corazón y te sale por la mano..."
Y como dar con la definición de esta palabra es un acto tan imposible como soberbio opto por compartir este vídeo que recoge frases de unos cuantos que enfermos de poesía consiguieron ser eternos.
lunes, 19 de marzo de 2012
Puntos suspendidos.
Los tres puntos eran dos.
Se miran con el recelo del que desconoce lo que la palabra oculta y comparten la unidad incompleta de la duda, extrapolable a cada coma de sus conversaciones.
Más allá de la toga altiva, buscan el axioma primero del rumor de las letras, sin más armas que el olor a café y el tacto firme de los versos que perfilan con las yemas de los dedos.
A veces aguantan el tipo, otras, escalan inseguridades hasta llegar a la posición que les permite la calma momentánea de la visión esférica y entonces vuelven a bajar a jugar el rol, aunque no saben muy bien cuál.
Los tres puntos eran dos.
Se guardan las espaldas, compartiendo la meta de la tinta y el latido incierto.
Más allá de la caducidad de las fechas, saben que no perece sino lo que tirita esparciendo polvo, esbozo de gloria pasada.
A veces rompen la fila e incordian a la ortografía, a los parámetros de corte fino con cubierto de protocolo.
Dos eran los tres puntos, suspendidos en la subsistencia.
G.R.
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