miércoles, 9 de mayo de 2012

Desde este balcón


Desde este balcón que apenas hoy me sostiene sólo veo ruinas. Escombros de un edificio que antaño me cubría de sombras.
Dudo de todas las certezas que me colmaban el pecho y siento que es el momento de creer en nada, de clavar la pértiga y tomar impulso. Como si se tratase de dar un salto, como si genuinamente renovados nos diese por correr hasta agotarnos.
Sin embargo ni siquiera muevo los párpados, estoy quieta como un miembro más de este embarcadero de cuerpos, esta marea de voces que anudan jilgueros. Este océano.
Puede tal vez que te esté recordando, que las ruinas sean tus huesos y esa luz que ahora deja entrar el día en mi balcón me llene los ojos de aire, para verte sólo el cuerpo, para superar tu vientre de alquitrán, polvo y escarcha.
Rejuvenecer un poco más y morir de vieja, en el límite de este acantilado, desde este balcón.

No hay comentarios:

Publicar un comentario