viernes, 22 de junio de 2012

Mal-estar

La sinrazón de seguir al margen de esta escritura torcida y sin renglones, me enfurece el alma. Somos el tachón promiscuo de su pluma de acero, el borrón en su cuaderno, el endecasílabo errado que hace fallar su métrica. Pero somos más. No la mayoría. Pero somos más. Ahora ya es ''el mañana'' que imaginábamos con alas, ahora ya es el momento de reivindicar el vuelo y soltar el yugo de las corbatas analfabetas que nos quitan las casas. Y es que cuando el periódico de hoy tiña de sepia nuestro futuro y el Estado de mal-estar queme (ya quema) algo más que contenedores, será tarde.
-No damos crédito, me dijo el banquero.
-Venía a decirle algo parecido...

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