martes, 26 de junio de 2012

Su poema era una cara

El juego de palabras del título no es más que una de las maneras que se me ha ocurrido para retratar con una frase a éste caballero que dejó quizá, los versos más eternos del eterno pueblo...del amor eterno (mientras dura)...
Cultura a la sombra de una palmera eterna...




No me conformo, no: me desespero 
como si fuera un huracán de lava
en el presidio de una almendra esclava 
o en el penal colgante de un jilguero. 
Besarte fue besar un avispero
que me clava al tormento y me desclava 
y cava un hoyo fúnebre y lo cava 
dentro del corazón donde me muero.
No me conformo, no: ya es tanto 
y tanto idolatrar la imagen de tu beso
y perseguir el curso de tu aroma.
Un enterrado vivo por el llanto, 
una revolución dentro de un hueso, 
un rayo soy sujeto a una redoma.


Miguel Hernández  {El Rayo que no cesa (1934-1935)} 

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